jueves, 22 de octubre de 2009

* Pensamientos y Diretes...



De Pablo Quintana y Elizondo (este, su Autor (XXI): 1970-2...)

*De Mujeres que "Reinciden":
(Y mas abajo, su "Contrapartida"desde el pasado.Siglo XVI)

Hay de veces...

Que Mujeres que "Merecen",
se van con "los Cabrones".
Primero, los Maldicen...,
se "Cabrean", y Arremeten!
(Sobre todo, a veces...)
Contra, quiénes en esos "juegos"...
No se meten!

Juran y Perjuran...
Que así somos todos!
(Y te meten en el saco)
-Prometéis y prometéis...
Hasta "Meter"!-
(Dicen ellas)
-Los que vais de "Buenos"...
Los Peores!!-
(Y te incluyen)

Pensaba yo... (tiempo ha...)
Que pronto, sería "digno",
de tales "Reproches"...
Pero, hete aquí!
que, por tanto "Respetar"...
A veces, me hago digno,
de otros "bonitos"Adjetivos.
Me sorprenden?
(Que Ironía!)

Y además...
Algo me falla!
pues, me consta,
que con Otros "......"
"Esos"..., Si!...
Los que tanto las engañan!

Ay!... Mujeres....
Que se merecen...: Apatía!
Pues, contra...
"Sinceridad, Respeto y Simpatía"
Ellas "Cargan"...
Perefieren: "Guerra", Engaño...
(y a veces... Chulerías!)

Tonto de mi!
Que, de tanto tratar de comprender,
Tanta "Queja y tanto Reproche"...
Pierdo el Norte yo!
Por Aburrido...,
(y por "Noblote")

Hay de veces!
Y...
Ay, Mujeres!!
...
Será cierto pues...,
el Dicho ese... de:
"No saben lo que quieren"?
Esas Mujeres, si...
Las que después... Vuelven...
(Solas otra vez!)
[...]
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* Grácias a Ángeles, por esta "Contrapartida" que sigue (porque en estas cosas siempre hay 2 puntos de Vista):
(Escrita -además- por una Monja, en el Siglo XVI: Sor Juana Inés de la Cruz)

Hombres necios

Arguye de inconsecuentes el gusto
y la censura de los hombres que en
las mujeres acusan lo que causan
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si la incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
a
l niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo,
y siente que no esté claro?

Con el favor y desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión ninguna gana;
pues la que más se recata
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por crüel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues como ha de estar templada l
a que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?

Mas, entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
(Juana de Asbaje y Ramírez; 1651-1691)


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